La soya es uno de los productos más importantes que exporta Bolivia, siendo el principal en la categoría de Industria de Manufactura. En los últimos meses, en especial durante la pandemia, el precio de la soya había bajado a niveles mínimos de USD 800 por contrato futuro de venta de soya. El motivo de este bajo precio se encontraba en una débil demanda de la China que es el principal comprador de soya para alimento de cerdos. Sumado a esto, la campaña en Estados Unidos y Brasil había sido bastante buena, lo que incrementó la oferta disponible en el mercado, bajando los precios de forma importante en los meses de abril y mayo de 2020.
Sin embargo, desde el mes de agosto se observa un repunte de precios por demás alentador, con un incremento promedio de +25%. De esta forma, el contrato del futuro de la soya se viene negociando en USD 1.000, respondiendo a un incremento de la demanda por parte de China y Europa, así como a un deterioro de las condiciones climatológicas en Estados Unidos.
El incremento de precios beneficia a la economía boliviana al esperarse un mayor ingreso de divisas por la exportación de harina y aceite de soya que es destinada principalmente a países de la región como Ecuador, Perú, Chile y Colombia.
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