Este Día de la Mujer conmemoramos esta lucha por la igualdad y su importante rol en la economía

Hoy, 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer, una fecha en la que conmemoramos la lucha por la igualdad de género en todo el mundo, misma que es importante no solo por una cuestión de justicia social, sino también por su gran impacto en la economía.

A pesar de los avances en la igualdad de género de las últimas décadas, todavía existe una brecha significativa en muchos ámbitos; desde el salario hasta la representación en cargos de liderazgo en las empresas. En muchos casos, las mujeres reciben salarios más bajos que los hombres por realizar exactamente el mismo trabajo. También se ha demostrado que la falta de diversidad en la toma de decisiones de una empresa puede afectar negativamente a su rentabilidad.

Por esta razón, la lucha por la igualdad de género es importante para la economía. Cuando se garantiza que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres, se crea un entorno más justo y equitativo que permite a las mujeres desarrollar todo su potencial y contribuir al crecimiento económico.

Según un informe de 2021 del Fondo Monetario Internacional, las mujeres representan solo el 20% de los altos cargos en la banca y las finanzas en todo el mundo por ejemplo, sin notar que la inclusión de las mujeres en la economía también tiene beneficios directos en el mercado laboral. Según este mismo estudio, el aumento de la participación de las mujeres en la fuerza laboral podría incrementar el PIB mundial en un 5%.

“Si no lo hacemos por los valores, hagámoslo por el dinero”

Las empresas que tienen a mujeres en lugares de toma de decisiones reportan mayores utilidades económicas; estudios demuestran que las compañías con más diversidad de género tienen mejores resultados económicos y financieros ya que aportan una perspectiva diferente y una diversidad de ideas beneficiosas para las empresas. Por ello, no es suficiente contar con índices de empleabilidad de la mujer elevados, sino ocupar lugares donde ellas puedan tomar decisiones.

Por otro lado, cuando las mujeres reciben salarios justos, tienen más dinero para gastar en bienes y servicios, lo que puede impulsar la economía local y global.

La lucha por la igualdad de género también puede ayudar a reducir la pobreza y la desigualdad económica. Cuando las mujeres tienen acceso a la educación, la formación y las oportunidades laborales, pueden mejorar su situación financiera y la de sus familias, lo que a su vez puede mejorar el desarrollo económico de sus comunidades.

Debemos continuar trabajando para crear un mundo más justo y equitativo para todas las personas, independientemente de su género, buscando justicia social y encontrando beneficios directos en nuestra economía y toda Bolivia en general.