Indicador clave de la economía: Venta de cemento aún debajo de niveles previos a la pandemia
El consumo de cemento es un indicador líder para cualquier economía. En el país, el INE reporta mensualmente la evolución de la venta de cemento por región. De forma agregada, en los últimos doce meses (abril 2021 a marzo 2022), la venta de cemento alcanzó la cifra de 3,71 millones de toneladas. Este valor es 22,9% superior al registro del año pasado. El récord de venta de cemento se alcanzó en octubre de 2019 con una venta anual de 4,0 millones de toneladas. En consecuencia, la venta de cemento aún se encuentra -7,5% por debajo del récord.
Siendo que la ejecución de la Inversión pública es importante durante el segundo semestre de cada año, se podría esperar que hasta la conclusión del año 2022 se alcance los niveles previos a la pandemia. Un factor también importante es la disponibilidad de crédito del sistema financiero al sector construcción. En el primer trimestre de 2022 se ha visto un repunte de la cartera, impulsado por un entorno de alta liquidez y menor percepción de riesgo por parte de las Entidades Financieras.
El departamento de Santa Cruz lidera la venta nacional de cemento con una participación de 28%. Es importante destacar que las estadísticas muestran que entre 2017 y 2020 un crecimiento significativo, posiblemente por el incremento de capacidad productiva con la expansión de Itacamba Cemento S.A. Este indicador no refleja, en consecuencia, el consumo especifico de cemento del departamento.
En La Paz, por su parte, la venta de cemento alcanzó su punto más elevado en octubre de 2016, con un valor cercano a 800 mil toneladas. Hasta 2022, la venta aún no se ha recuperado. Sin embargo, la conclusión que debe extraerse de este gráfico es que el departamento de La Paz adquiere cemento de otros departamentos para satisfacer la demanda.
Conclusiones
A nivel de país, la venta de cemento refleja un valor que se encuentra -7,5% por debajo del récord del año 2019. Es posible que concluyendo la gestión 2022 se alcance los niveles previos a la pandemia, en especial por una ejecución mayor de la Inversión Pública, así como el mayor dinamismo de la cartera de créditos del sistema financiero.