En octubre de 2024, el valor de los Bonos Soberanos de Bolivia experimentó un incremento de precio, subiendo de aproximadamente USD 50 a cerca de USD 60 por bono. Aunque el valor aún está por debajo de los USD 100 originales (cuando se emitieron en 2017), este aumento reciente ha despertado el interés de inversionistas locales e internacionales. Pero ¿qué significa esto y qué factores están detrás de esta mejora?
El precio de los bonos refleja, en gran medida, la percepción de los inversionistas sobre la capacidad de un país para cumplir con sus obligaciones de pago; al ver un incremento en el precio, interpretamos que los inversionistas perciben mayor confianza en que Bolivia podrá cubrir sus obligaciones.
En los últimos años, Bolivia ha enfrentado desafíos económicos, incluyendo una caída en las Reservas Internacionales Netas (RIN), lo que llevó a una disminución en el valor de sus bonos en 2023; pero en 2024 al ver esta apreciación, inferimos que los inversionistas toman en cuenta la capacidad que tiene el país de atender a los pagos y reprogramaciones sin que exista capital afectado.
La prima de riesgo es el porcentaje extra que un país paga sobre la tasa de interés de los bonos del gobierno de Estados Unidos, considerados la referencia de seguridad. A principios de 2024, la prima de riesgo de Bolivia era alta, con un 23% adicional sobre la tasa de EE. UU., reflejando el riesgo percibido en invertir en bonos bolivianos. Sin embargo, esta prima disminuyó a 1,790 puntos en octubre de 2024, lo que indica que el mercado ahora considera que invertir en bonos de Bolivia es menos riesgoso.
Entendemos que un factor clave detrás del aumento de precio, fue un análisis positivo de la firma KNG Capital de Londres, que consideró viable que Bolivia renegocie los plazos de pago de su deuda sin incurrir en pérdidas de capital para los inversionistas. Según KNG Capital, la deuda externa de Bolivia, en proporción al PIB (Producto Interno Bruto) y a las exportaciones, es relativamente baja comparada con años anteriores. Esto sugiere que el país podría manejar su deuda sin problemas adicionales, lo cual ha sido una señal positiva para los inversionistas.
Los niveles de deuda externa de Bolivia, al cierre de 2023, se encontraban en 29.9% del PIB y en 113.5% en relación a las exportaciones, valores más bajos que en la primera década del 2000. En aquel entonces, Bolivia logró negociar la condonación de una parte de su deuda, y actualmente, las cifras moderadas permiten considerar que el país tiene un margen para manejar su deuda externa de manera sostenible.