Hay decisiones en la vida que cuesta mucho tomar. Pero, en general, las que más cuestan son las que dejan huella, aquellas que marcarán nuestra vida por siempre.
Precisamente, una decisión, difícil pero oportuna e inteligente, marcó la vida de María Alejandra Gaya, Socia Directora de la empresa ANISA, líder en la importación de alimentos exclusivos.
Alejandra, ingeniera de profesión y madre de tres hijos, era la feliz y eficiente ejecutiva de una gran empresa nacional en la que pudo desarrollar todo su potencial profesional. Pero al lado suyo, tenía a un emprendedor de cepa, su esposo, quien el 2007 también dejó la empresa familiar en la que trabajó por años y decidió dar vida a ANISA, su propio emprendimiento.
“Fue una decisión muy difícil, porque le tenía mucho cariño a lo que hacía”. Así dejó Alejandra la empresa en la que trabajó muchos años, para ir a apoyar a su esposo en un emprendimiento que comenzó a crecer y que necesitaba de su experiencia y capacidad para seguir adelante.
Primero tomó un curso para capacitarse y luego, el año 2016, se incorporó a ANISA y con su aporte, adicionaron a la línea de alimentos, otras dos líneas de negocio material de escritorio y servicio de logística.
“Al principio,fue muy difícil, porque yo venía de una empresa corporativa y ANISA era más pequeña y liderada por un emprendedor que hacía cosas muy buenas, pero por su crecimiento ya se necesitaba orden y una planificación más corporativa”.
Esto que fue complicado al principio y que pudo ser un problema, terminó siendo la combinación perfecta para convertir a ANISA en una empresa líder, la fuerza y visión de un verdadero emprendedor con su amplia experiencia corporativa.
“Venir de un mundo corporativo para apoyar a un emprendedor, fue difícil, pero ahora es la base de nuestro éxito”.
En la actualidad, aparte de la línea de alimentos exclusivos en el mercado, ANISA trabaja con material de escritorio y ofrece servicios de logística a otras empresas nacionales. Ambas actividades están a cargo de Alejandra y permitieron un rápido crecimiento de la empresa.
Un proyecto que nació de cero
La historia de ANISA está casada a la visión de un emprendedor, quien un día tomó la decisión de hacer su propio camino. “Un día mi esposo se despertó y me dijo, quiero tomar mi propio camino, voy a abrir una empresa”.
Él formaba parte de una empresa familiar, pero como todo buen emprendedor, sorprendió a su familia con lo que quería hacer, pues vio una oportunidad y no quiso desaprovecharla. “Cuando me dijo que quería vender turrones españoles me sorprendió, no quería desmotivarlo, pero me pareció una idea muy rara”.
“Es un proyecto que comenzó de cero, en la despensa de mi casa”. Así como se sorprendió con la idea de su esposo, Alejandra también quedó sorprendida con la evolución y crecimiento del emprendimiento.
¿Porque los turrones fueron todo un éxito?. Porque son productos que no hay en el mercado masivo, diferenciadores y con valor agregado, y desde un principio ANISA se distinguió por eso. “El apostó siempre por lo diferente, por la calidad, él cree que ese es el único camino”.
No se equivocó, después de los turrones españoles, vinieron más productos de ese país, siempre diferentes y que no existían en el mercado. “Ayudó mucho la trayectoria que tenía su abuelo con los proveedores españoles”, porque de esta forma se fue asegurando la provisión de los productos.
“ANISA, una niña inquieta y malcriada”
ANISA es ahora una empresa líder y con interesantes perspectivas de crecimiento. “Para mi es como una niña inquieta, malcriada, pero con sus valores y principios bien establecidos”. Así la define Alejandra.
Uno de los valores que más destaca a esta empresa es la responsabilidad, cada trabajador sabe que lo que hace es importante y lo tiene que hacer bien. “Así sea contestar el teléfono, tiene que hacerlo bien”.
Otro de los puntos centrales es el apoyo que se debe dar a los trabajadores. “Para mí no existe una buena empresa o una empresa que pueda crecer si no se enfoca en dar valor a sus recursos humanos, puedas tener la mejor máquina del mundo, pero si tienes un clima organizacional pésimo y no hay motivación, eso no va a funcionar a largo plazo”.
Por eso ANISA también es muy celosa, “de su gente, de su personal, que son mis compañeros de trabajo y de sus clientes y proveedores”. Eso es ANISA.
Como todo emprendimiento, el camino no fue fácil y tuvo que enfrentar y superar muchos obstáculos. “Los problemas se van presentando según la etapa en la que está la empresa”. Pero lo más difícil está al comenzar.
Al principio, obviamente, lo más duro es conseguir recursos para sacar adelante el emprendimiento. “Empezar es muy difícil, el gestionar los recursos para que vayamos creciendo en las inversiones. Pero eso se fue superando en la medida de que lo que decíamos que íbamos a hacer lo cumplíamos, paso a paso”.
ANISA es un ejemplo del esfuerzo que cuesta abrirse camino como emprendedores y que sólo hay una forma: cumplir metas y demostrar eficiencia.
“Una de las claves de éxito es ser ejecutor de lo que estas planificando, porque las ideas abundan, lo difícil esta en ejecutar y no rendirte cuando te dicen que no”.
Y es que las negativas suelen ser muy repetitivas para los emprendedores, sobre todo en el sistema financiero, porque no tienen ni historia ni grandes patrimonios como para demostrar garantías.
“Fuimos a todos los bancos, nos decían de todo, nos pedían historia, pero no nos apoyaban, nadie nos creía, pero nadie, hasta que entramos con Fortaleza Safi, sabían que estamos comenzando de cero, pero ellos fueron los primeros en creer en este emprendimiento”.
Esta historia pudo ser distinta, pero sigue y seguirá adelante con sus planes y proyectos porque logró el apoyo de Fortaleza Safi, que además de entregarle los recursos que necesita, le brinda orientación y guía para mejorar sus planes.
“El sistema financiero es muy complicado, sobre todo para los emprendedores, luego se quejan de que no tienen clientes. Es increíble ver como monstruos que están hace 80 años en el mercado obtienen lo que piden, y los emprendedores nada. Por eso gracias a Fortaleza Safi que si creyó en nosotros”.
Ahora, ANISA tiene las bases sólidas para concretar sus nuevos planes, que es tener su infraestructura propia, a más tardar el próximo año, y convertirse en una empresa líder a escala nacional, siempre con los valores de una empresa diferente.